lunes, 8 de febrero de 2016

TRANSMUTACIÓN

Vengo leyendo artículos sobre el Nuevo Año Lunar, el cuatromil y pico... Mucho tiempo de vida en este mundo. Algo evidentemente debe mutar. Los astrólogos hablan del año del mono de fuego como de un período q ue nos tocará atravesar de fuertes tempestades, enfermedades y desastres naturales. Inundaciones, huracanes, fuego, epidemias; incluso hasta llegan a mencionar (y esto a tomarlo con pinzas) de la Línea de Muerte.

Y me lleva a preguntarme qué es la muerte, si siempre después de ello viene la vida. Dejando de hecharle la culpa a los miedos cristianos que nos inculcan desde los tiempos de la colonia, sabemos que la muerte es en verdad una transmutación, que nos lleva a estar en contacto con lo más profundo, con la esencia misma de la vida. Dejar ir, amigos, es también dejar vivir. Y es una óptica tan amplia que va desde la desintoxicación cotidiana de lo masivo hasta la política internacional. No sólo los conceptos tradicionales de "Salud" y "Enfermedad" .

Las condiciones están dadas para el cambio, no le tengamos miedo. Será profundo, sí; será largo, Sí. Será doloroso SI!!!
Pero será de algún modo un puente tristemente necesario para cruzar a nuevos tiempos que nos aguardan. Donde la transmutación profunda dejará paso a las mujeres, a los visionarios, a los pacifistas, a aquellos que ven el mundo de un modo diferente que no sea el arrebato y la codicia, a quienes aceptan la diversidad y escuchan. A los niños sobre todo.

El daño ya está hecho, ahora es necesario afrontar lo que viene y tender todas las manos que podamos a fin de unirnos y sobrellevar los cambios que se avecinan.
Si el lazo no es el amor, no sé bien cuál es.