lunes, 28 de octubre de 2013

No hay nada q sea nuevo. La arena de tu pasado es pasado ahora.
Me acorralaste, vos y tu furia, tu imbecilidad y la de la sociedad,
tu desenfreno alimentado por el ego gordo
de quienes dominan la tierra, en vez de sembrarla, son una vez más
el eje de la locura.
Me pregunto a dónde iremos a parar,
en un vecindario cada vez más violento,
lleno de gorras y bufones.
Bufones del odio, gente sin dientes q huele a rancio
y motores q exhalan humos de pudor.
La noche se hizo siniestra y el fuego agrio de tu presencia
solo pudo ser dominado
por el lucero
de medianoche,
q elegí
como amigo
y amante.